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Cuando halamos de KKK Turbos, estamos hablando de una empresa de componentes de automoción que se creó en el s. XIX, cuando el turbo aún ni siquiera se había concebido. Sin embargo, en KKK (Kühnle, Kopp & Kausch), se ha venido investigando en el ámbito de la turbocompresión desde largo, ya desde mediados del s. XX.
Fue en 1952 cuando KKK se asocia a un nuevo programa de implementación de turbos, en este caso a una compañía conducida por Eberspächer. El crecimiento es exponencial, vendiendo millones de turbos en la década de los 90.
Ya a partir de 1998, la compañía de dispositivos de sobrealimentación es absorbida por otra dedicada también a esta área: Borg Warner.
En todo caso, la cantidad de turbocompresores con esta marca ha hecho que los mecánicos especialistas en turbocompresión se encuentren ante muchos productos cuyos dueños desean seguir conservándolos (por sus prestaciones).
Cuando un turbo KKK se avería por los más variados motivos, es hora de que mecánicos especializados se pongan manos a la obra. Entre los múltiples deterioros de que puede ser víctima un turbocompresor, encontramos las fugas de presión.
A causa de los cambios bruscos de presión, algunos componentes de ajuste del turbo llegan a deteriorarse, lo que a su vez origina pérdida de potencia. Cuando se da esta avería, es característico el sonido de una especie de fuerte silbido al acelerar.
Poseemos maquinaria de última generación con la que llegar a detectar y, por supuesto, reparar tanto este como otros desarreglos en la turbocompresión.
Otra de las averías que solucionamos en turbos KKK es el que corresponde al eje, el cual está untado profusamente en aceite de modo que no friccione ni alcance temperaturas bajo las que casi caería fundido.
Los casquillos del eje son fundamentales en la avería conocida como erosión del carrete del turbo. En este tipo de incidencia, son habituales las filtraciones de aceite y, en suma, una ineficiencia del sistema.
El eje de los turbos también puede verse afectado por desequilibrios, dando lugar a roturas en secciones de las turbinas.
Si los fragmentos llegaran a pasar a los cilindros, estaríamos hablando de un problema complejo, de una avería posiblemente grave que puede evitarse.
Es fundamental tener siempre el coche a punto, y el turbocompresor KKK o de cualquier otra firma, marcará la diferencia.
Otro punto a tener en cuenta son las válvulas de descarga. Estas válvulas están compuestas por membranas de ventilación, elementos que si sufrieran fisuras o roturas podrían propiciar la inutilidad de la válvula. Las prestaciones disminuirían y el conjunto del sistema podría verse alterado.
Los conductores sin conocimientos de mecánica, escuchan a veces ruidos desacostumbrados en el motor de su coche o su camión, sin saber que se trata de un problema en el turbo.
Las manifestaciones de avería en este sistema pueden ser muchas, pero generalmente destacan los silbidos, los tirones, ruidos extraños de aspiración...
Nuestro equipo de mecánicoshará lo posible por optimizar la turbocompresión de su automóvil, autobús, camión, furgoneta, furgón... Además le ofreceremos consejos de utilidad para alargar la vida útil del sistema, como es el utilizar siempre aceite de primera calidad.